domingo, 14 de febrero de 2010

La vida sexual de los seres humanos

La 20va conferencia da inicio con una explicación clara de cómo es tomado lo sexual desde el ámbito social, dándole así el nombre de todo aquello que es indecoroso y que debe mantenerse en secreto. Freud, por lo contrario lo toma como todo lo relacionado con el cuerpo que dará una ganancia de placer. A partir de la definición que le da la sociedad se despliegan infinidad de argumentos para dar a entender que es errada y que por ello se conocen múltiples desviaciones a nivel de la vida sexual de los hombres, siendo la causa principal de éstas, la restricción de la vida sexual en la niñez.


Se enumeran una gran variedad de vidas sexuales que se apartan de las habituales, dividiéndolas así en dos grandes grupos. El primero que abarca a los homosexuales, hombres que encuentran placer con alguien de su mismo sexo y no tienen como meta final la unión de sus órganos ni la reproducción; Los fetichistas quienes no encuentran placer en una parte específica del cuerpo sino en una prenda de vestir o un objeto personal; y los necrófilos quienes encuentran placer en cadáveres y son capaces de hacer cualquier cosa para obtenerlo de esa manera. El segundo grupo lo conforman los perversos, como lo son los voyeristas, quienes encuentran placer en espiar a la otra persona en sus funciones íntimas; los exhibicionistas, que encuentran placer en desnudarse sólo para obtener una acción idéntica del otro; los sádicos, los cuales sólo buscan humillar e infligir dolores en el otro; y por último los masoquistas, quienes les gusta soportar el dolor y las humillaciones de los sádicos.


Con todo esto Freud plantea una aceptación de todas estas prácticas sexuales, porque se han difundido a través del tiempo y con mucha frecuencia sin que nos demos cuenta.


Otras de las estructuras consideradas en el hombre, es la neurosis, la cual es tomada desde dos grandes grupos, la histeria y la obsesión. Siendo esta primera la perturbación en las funciones del cuerpo, por lo cual se busca la sustitución de los genitales y la cual se da de una manera inconsciente. La segunda es una lucha constante entre la satisfacción y defensa de los deseos sexuales, llevando así a una auto-mortificación y a el fantaseo sexual.


Apartir de esto, se llega a la causa principal mencionada al principio y radicada en la niñez. Para la sociedad el niño es visto como inocente y puro y todo lo que se vea de manera distinta en él, es mencionado como malas costumbres. Para Freud el niño es restringido de su ideal, es confundido y es domeñado por la educación, la cual lo desvía de la sexualidad y lo hace confundir la sexualidad con la reproducción. Es desde allí de donde Freud menciona el concepto de la líbido, para nombrar la fuerza mediante la cual se hace externa la pulsión.


A medida que el niño crece se va dando cuenta del uso que tiene su órgano genital y de la participación que tiene en la creación de los niños, además experimenta que es una fuente de placer y que todos los mitos acerca de este son mentira.


Todo esto sucedido en la niñez, es la causa para que Freud llegue a la conclusión de que: “la sexualidad perversa no es otra cosa que la sexualidad infantil aumentada y descompuesta en sus mociones singulares.”

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